Profesor Ramón Casanova Arzola

cid_image003_png01cddb75Pilar de la cardiología pediátrica en Cuba

Por Paquita Armas Fonseca

Nacido el cinco de agosto de 1929, el Doctor en Ciencias Médicas Ramón Casanova Arzola ha participado en tal cantidad de eventos científicos y actividades políticas, que resulta difícil realizar un resumen de tan rica existencia.

Profesor de Mérito, Consultante y Titular, Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba, y Director Fundador del Cardiocentro Pediátrico “William Soler”, son algunos de los aspectos de su rica biografía puesta al servicio de la salud en Cuba, especialmente la de los más pequeños.

Durante veinte años -hasta el 2006- dirigió el Cardiocentro William Soler, pero antes orientó el entrenamiento del personal en el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Habana, en el Cardiocentro del Hospital Motol de Praga y en otras instituciones.

Fue de 1976 al 1980 Rector del Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana (ISCMH) y ha continuado su labor como Profesor Consultante, Miembro del Consejo Científico, Presidente de la Comisión de Ética del Cardiocentro y miembro de la Maestría de Ecocardiografía.

Pero dejemos que sea el propio profesor Casanovas quien cuente su historia:

¿Qué recuerdos guarda de su niñez en Ciego de Ávila?

Fundamentales de mi vida familiar están relacionados con la preocupación de mis padres por mi progreso en la escuela y por mi salud. Les atraía la idea de que yo estudiara una carrera universitaria.

¿Dónde y cómo pudo realizar sus estudios primarios? ¿Desde niño le gustó la medicina?

Realicé mis estudios primarios y secundarios en la escuela pública de Ciego de Ávila. En esa época teníamos problemas económicos en la familia. Me atraía la medicina por el prestigio de que gozaba en la población y por la relación con el médico que nos atendía cuando teníamos problemas de salud.

¿De que forma matriculó esa carrera?

Estudié el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de la Ciudad de la Habana. A continuación matriculé la carrera de medicina que entonces duraba 7 años, en las aulas estuve de 1947 a 1954.

¿Por qué se acercó al Partido Socialista Popular?

Durante el bachillerato me relacioné con compañeros de ideas socialistas, entre ellos José Altshuler, Raúl Valdés Vivó y otros. También me inspiré en el ejemplo de Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena y las luchas de la clase obrera por sus derechos y reivindicaciones. En esa etapa el PSP era el único Partido que se oponía al dominio imperialista que ejercían los Estados Unidos sobre Cuba.

¿Qué significó para Ud. certificar la muerte de José A. Echevarría? ¿Lo conocía de antes?

Debo señalar que yo no certifiqué la muerte de José Antonio. Ese día aciago, me encontraba en el Hospital Calixto García, cuando me informaron que algunos familiares se encontraban en la puerta del hospital pidiendo que fueran a atenderlo. Fuimos el Dr. Vicente Osorio y el compañero Flores chofer de la ambulancia. Examinamos a José Antonio, después de comprobar su muerte, tuvimos que retirarnos por el acoso de los carros patrulleros de la policía. Conocíamos y admirábamos a José Antonio como líder del estudiantado universitario, pero no teníamos relaciones directas con él.

¿Qué razones lo llevaron a la Cardiología?

Mi formación básica es como Pediatra, de lo cual me enorgullezco. Me influenciaron hacia la Cardiología, los trabajos de Agustín Castellanos en este campo, también fue muy importante haberme relacionado a partir de 1962 con el Profesor Enrique Cabrera, personalidad mexicana de gran prestigio en el campo de la Cardiología y gran amigo de Cuba, otro factor fue que la Cardiología Pediátrica en el Hospital William Soler, quedó muy debilitada por el éxodo de los especialistas a partir de 1960.

¿Qué fue la cirugía para Ud?

Aunque no soy cirujano, la Cardiología Pediátrica resulta muy integradora, y he tenido la oportunidad de trabajar de conjunto con muchos excelentes profesionales, y ello me ha permitido ampliar mi propio campo de trabajo como médico. Muchos de estos cirujanos han sido en su momento mis propios alumnos y ello me llena de satisfacción y sano orgullo.

¿Por qué dentro de esta rama la Pediatría?

Mi dedicación en el Hospital Pediátrico William Soler prácticamente a partir de su inauguración, se orientó hacia la Cardiología Pediátrica. Se habilitó una sala con este perfil. En 1962 se inauguró con la Dra. Ada Kourí, una consulta para niños cardiópatas reumáticos, que posteriormente se extendió a otros hospitales pediátricos. En esa etapa la Fiebre Reumática constituía una causa muy importante de cardiopatía en el niño.

A partir del año 1964 conjuntamente con el Dr. Guillermo Hernández Amador, Jefe de Cirugía y colaboradores, creamos un grupo cardioquirúrgico que desde 1964 a 1984 realizaron en el Hospital Pediátrico William Soler 800 operaciones cardiovasculares cerradas casi sin mortalidad. En el hospital general de pediatría teníamos la sala tres B, especializada en cardiocirugía.

¿Qué recuerdos tiene de la primera operación realizada en el Cardiocentro William Soler?

El Cardiocentro fue inaugurado por el Comandante en Jefe Fidel Castro el 25 de Agosto de 1986, y la primera operación se realizó el 27 de octubre de ese año. Fue operada una paciente con una Persistencia del Conducto Arterioso. La operación fue exitosa y nos llenó a todos de alegría y entusiasmo, porque se vio materializada la obra que tantas expectativas había despertado. Al celebrarse el XXV aniversario del Cardiocentro (2011), se habían realizado 8 085 operaciones en 7 320 pacientes, con una supervivencia del 90 por ciento. El 30 por ciento fueron pacientes menores de 1 año.

¿Qué significó para Ud. ese centro que vio nacer y crecer entre sus manos?

Para mi tuvo un impacto muy importante y una alta responsabilidad, ya que debíamos ofrecer una atención altamente calificada a los niños Cardiópatas de todo el país. Se trabajó en el Programa de Atención al Niño Cardiópata del MINSAP, con el Cardiocentro como centro de referencia nacional, conectado a la Red Cardiopediátrica organizada en todo el país (nivel primario y secundario del Sistema de Salud)

En la etapa inicial fue necesaria la selección del personal, su organización y entrenamiento (en Instituciones cubanas y extranjeras). Se pudo dar una respuesta adecuada, logrando operar más de 500 pacientes anualmente en los primeros cinco años del funcionamiento del Cardiocentro. En 1988 se inicia el cateterismo intervencionista, y a partir de 1992 la Rehabilitación Cardiovascular Pediátrica.

El mayor orgullo que podemos sentir actualmente, es de disponer de un colectivo de alta calidad científica, moral, humana y ética. A este objetivo contribuyó mucho la atención brindada por el Comandante en Jefe, que en 44 ocasiones ha visitado el Cardiocentro.

Afirman algunos especialistas que las niños y niñas son pacientes con alto poder de recuperación y por eso resulta reconfortante tratarlos, pero ¿cuándo muere? ¿Qué siente un Pediatra si se le va de las manos un menor que el pensaba salvar?

Efectivamente, en ocasiones casos muy críticos se recuperan con un tratamiento intensivo y ello resulta muy reconfortante para el equipo que lo atiende. En el reverso de esta situación también es cierto que algunos pacientes dada la naturaleza de su enfermedad no responden al tratamiento y fallecen, ello resulta muy traumatizante, especialmente si uno confiaba mucho en salvar al paciente. En estos casos desde el punto de vista espiritual, ayuda haber agotado todas las medidas terapéuticas posibles y mantener una conducta correcta con los familiares.

¿Qué diferencia existe en cuanto a certeza a la hora de operar entre los inicios del Cardiocentro y la actualidad?

Aunque no soy cirujano como ya expresé, pienso que hay factores objetivos que favorecen los resultados actuales de la cirugía con respecto a los inicios del Cardiocentro, tales como el tiempo de desempeño de los participantes en la actividad quirúrgica, los avances en los medios diagnósticos, en las técnicas quirúrgicas, los progresos en la terapia intensiva, la anestesia y la circulación extracorpórea. Al mismo tiempo se han ido introduciendo nuevos medicamentos que favorecen los resultados, así como la contribución del cateterismo intervencionista en el manejo de los pacientes quirúrgicos.

Cuéntenos alguna anécdota con Fidel o cuando se levantaba el Cardiocentro William Soler.

En la inauguración del Cardiocentro nos impresionó mucho cuando Fidel dijo que aspiraba no solo a que fuera el mayor, si no el mejor del mundo.

¿Desea expresar o comentar algún hecho que yo no le haya mencionado?

Quisiera añadir que el Programa Nacional de Cardiología Pediátrica (1986-2012) integra la prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación, investigación, entrenamiento profesional avanzado, permite brindar cobertura a niños y adultos con Cardiopatías congénitas o secuelas de la cirugía cardiaca realizada en la etapa anterior.

El Cardiocentro es el Centro Nacional de Referencia de la Cardiología y Cirugía Cardiovascular Pediátrica. A su nivel se realizan actividades asistenciales (cirugía, rehabilitación, Intervencionismo, manejo de arritmias etc.), Docencia, investigación, pre y Post grado de enfermería. La Red Cardiopediátrica permite la cobertura Cardiológica a nivel Primario y secundario.

El Cardiocentro tiene la categoría Docente desde el año 1996 y es Unidad de Ciencia y Técnica desde el 2006. Siempre nuestro colectivo se ha mantenido luchando por elevar los resultados hacia metas superiores, a pesar de todas las dificultades, en bien de nuestros pacientes y nuestra sociedad.

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