Profesor Antonio de Jesús Cabrera Prats

cabreraSi vuelvo a nacer sería anestesiólogo cardiovascular

Por Paquita Armas Fonseca

Era un niño cuando alfabetizó a cuatro lugareños de Maffo, en la zona oriental de Santiago de Cuba.  Desde entonces parece que le decían Cabrerita, incluso hoy así se le nombra al reconocido Dr. Antonio de Jesús Cabrera Prats, que en 1965 se trasladó a La Habana y nueve años después se graduó de médico.

Su inclinación por la anestesiología comenzó desde su época de estudiante y adquirió los conocimientos básicos de la especialidad antes de culminar su quinto año.

Por necesidad del Ministerio de Salud Pública trabajó en Puerto Padre,  Las Tunas, lugares en los que realizó diversas funciones. En el 1982, obtuvo el nombramiento oficial de Profesor Instructor en Farmacología, Anestesiología y Reanimación por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago de Cuba.

En 1983 se presentó al concurso de oposición del Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras y hasta hoy trabaja en ese centro asistencial en el Servicio de Cirugía Cardiovascular, desde que se abriera en diciembre de 1984.

El 9 de Diciembre de 1985 participó en el primer trasplante cardíaco ortotópico, que se realizó en Cuba de forma exitosa. Se especializó en este proceder y ha tomado experiencias en México, Praga, Montreal y Milán.

Otro aspecto destacable es su participación activa en el año 1991 en la cirugía experimental programada por más de un año para la implantación del corazón artificial en animales. Más tarde se trasplanta con éxito el primer corazón artificial cubano (CORAMEC) a un humano,  a un enfermo que estaba en extrema gravedad clínicamente.

El Dr.Cabrera es desde el 2006 Profesor Auxiliar de Anestesiología y Reanimación. Ha realizado 67 investigaciones y 33 publicaciones nacionales e internacionales, entre ellas, como autor principal, en el Protocolo de Trabajo en Anestesiología Cardiovascular 2006 y 2011, Protocolo de Trabajo para el Trasplante Cardíaco, 2006, 2009, en el Manual de Prácticas Médicas del Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras y en un Capitulo resumen de los resultados en 5 años de estos Protocolos de Actuación, 2012 y Anestesia Cardiovascular, capítulo 2, en el Libro de Cirugía Cardiovascular, Edición Científica Técnica, 2010.

Pertenece a la Sociedad Cubana de Anestesiología y Reanimación (SCAR) desde 1974 hasta la fecha, integra además la Sociedad Cubana de Educadores en las Ciencias de la Salud, el Grupo de Trasplante de Órganos del Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras y Socio Activo de la Sociedad Mexicana de Anestesiólogos Cardiotorácicos.

Ha merecido numerosas distinciones y es un colega tan querido como respetado  en el Ameijeiras y en otros centros con los que siempre ha estado dispuesto a colaborar.

- ¿Qué recuerda usted de Maffo? ¿Sigue visitando esa zona del oriente  cubano?

Lo que me viene a la mente es la humildad de ese pequeño pueblo del oriente cubano dónde nací, e imborrables vínculos familiares, recuerdo a esa querida  Escuela Pública No. 5 José Martí,  donde inicié mis primeros estudios, con muy buenos profesores. Mantengo la claridad de todo lo bueno que mis padres me enseñaron, de las personas que me rodeaban, por su  alta calidad humana,  modestia, sencillez  y de muy buenos sentimientos, al igual que el verdor de esa zona rodeada de montañas. Con solamente nueve años de edad, fui testigo de la batalla de Maffo, la cual duró hasta el triunfo de Revolución, aspecto éste que tuvo un significado particular para mí.

He visitado a mi pueblo natal de  forma esporádica, quizás por los rigores  de la vida cotidiana, no obstante, recorrer sus calles y  sentarme en un banco de su parque, en las ocasiones que he podido realizarlo han sido motivos suficientes para siempre tenerlo presente.

- ¿Tiene algún familiar médico? ¿Por qué  se decidió a ejercer  esta profesión?

De niño recuerdo que tuve un tío médico, al cual observaba de forma curiosa por la envergadura de los procederes que hacía.

Pienso que  me decidí a ejercer esta profesión por intuición propia,  porque desde temprana edad, siempre me interesé  con  todo lo relacionado con la medicina, principalmente la anatomía humana,  la  atención a los enfermos, la cura de heridos, e inclusive visitaba a las clínicas en ocasiones atraído por el olor característico de esos lugares.

A medida que iba avanzando en los estudios superiores me fui adentrando en todo lo relacionado con la medicina, asistiendo a los centros hospitalarios dentro de mis posibilidades,  hasta que culminé los estudios de  preuniversitario y solicité estudiar la carrera  de medicina.  

- ¿Qué lo llevó a estudiar específicamente Anestesiología y Reanimación?

Diría  que siempre me gustó la anestesiología a pesar de que no tenía  conocimientos a profundidad de esa rama de la medicina, ni sabía todo lo que ella llevaba implícito, pero me gustaba. Tan es así, que desde  el tercer año de la carrera de medicina, me acerqué un día a la Profesora Mirta Abad Méndez, Jefe del Dpto. de Anestesiología y Reanimación del Hospital Enrique Cabrera (Nacional) en aquella época y le dije mi interés sobre esa especialidad y rápidamente me atendió, me enseñó, me guió y  me dio todas las oportunidades,  al principio era presenciar los procederes anestésicos y  a participar en las actividades docentes, acorde a mis posibilidades  y en el último año la única especialidad que solicité fue el internado vertical en Anestesiología, graduándome de Doctor en Medicina, posteriormente hago la residencia vía directa en Anestesiología, hasta graduarme de Especialista de 1er. Grado en Anestesiología y Reanimación.

- ¿Cómo fue su experiencia en Las Tunas?

Ubicado en  el Hospital Raymundo Castro, de Puerto Padre, durante 4 años, atendí como anestesiólogo a niños y adultos, cumplimentado un amplio plan de trabajo, en lo asistencial, en cirugía de diversas especialidades, gineco-obstétrica, en lo docente, científico y administrativo. La experiencia que tuve fue el haber trabajado con un grupo altamente calificado, humano y altruista, en que reinaba un ámbito de colectivismo y siempre con el afán de superación, dándole solución a los problemas confrontados, con muy buenos resultados, con una calidad de atención óptima que esos pacientes se merecían.

Posteriormente, por orientación del nivel central del M.I.N.S.A.P, me solicitaron hacer una misión nacionalista de tres años y que una vez que culminara la misma, obtendría una plaza en La Habana  y  a la vez, me propusieron trasladarme para el Hospital Ernesto Guevara de la Serna en Las Tunas,  la cual acepté.

Obtuve una amplia experiencia asistencial, principalmente en las intervenciones quirúrgicas complejas, actividades docentes en la atención, tanto a los alumnos de medicina de tercero a quinto años, como para los residentes de  anestesiología, participé en los tribunales de exámenes de pases de años, pre-estatales  y  estatales de los primeros especialistas graduados en Las Tunas. Por la parte  científica desarrollé varias investigaciones, dirigí el Consejo de Actividades Científica de la provincia y organicé diferentes eventos, provinciales,  con participación de invitados nacionales.

- ¿Por qué se presentó a exámenes de oposición para el Hospital Hermanos Ameijeiras?

Al finalizar  la misión nacionalista del  Plan de los tres años,  se convoca a un concurso de oposición para cubrir una plaza de anestesiología en el Hospital  Hermanos Ameijeiras, solicité información sobre la documentación a presentar, la preparé a través de la guía establecida y la envié.

Recibo  la aprobación para ocupar dicha plaza, por lo que rápidamente me presenté y comencé a trabajar hasta la actualidad.

- ¿Cuándo y por qué comienza su trabajo en el área cardiovascular?

En enero de 1984, tres meses después de haber comenzado a trabajar en el Ameijeiras, soy llamado por los  profesores Nicolás Parisi López Jefe Dpto. Anestesiología  y Reanimación  y  Noel González  Jiménez Jefe  Servicio de Cirugía Cardiovascular para informarme que se iba a abrir el servicio de Cirugía Cardiovascular (CCV) y querían saber mi disposición de trabajar como anestesiólogo, le respondí que sí, pero que les solicitaba un entrenamiento previo por la complejidad que esa sub-especialidad conllevaba e inmediatamente me trasladé hacia el Centro Médico Nacional de México, DF, donde comencé mi formación.

Una vez constituido el servicio de CCV, las experiencias nos fueron invadiendo continuamente, hasta la actualidad en que  puedo resaltar el orgullo  que  siento por  del grupo multidisciplinario con  el cual  trabajo, por su dedicación, sacrificio, altruismo y compañerismo reinante entre todos y por  la cantera de magníficos anestesiólogos formados con que contamos.

- ¿Qué significa para Ud. pertenecer a los equipos que realizaron los primeros trasplantes en Cuba y luego trabajaron en la elaboración de un corazón artificial?

Mucho, porque como anestesiólogo pienso que  he aportado un granito de arena  al desarrollo de la salud cubana, gracias a  un grupo multidisciplinario dirigido por el Profesor Dr. Julio Noel González Jiménez, quién  con su preocupación, persistencia, tenacidad, entereza fue capaz de enseñarnos, guiarnos y que con el  rigor, preparación y sacrificio que esto conllevó se pudieron obtener esos resultados.

Todavía mantengo muy vivo el recuerdo de cuando en el 9 de diciembre de 1985 realizamos el primer trasplante de corazón a Jorge Hernández Ocaña, el resultado fue exitoso y nos embargó ese día una profunda emoción al sentir que una persona sencilla de pueblo había renovado su esperanza. Les digo francamente cuando el corazón trasplantado comenzó a latir fue que percibimos no solo esa indiscutible satisfacción del trabajo realizado, sino también de comprender  de los enormes esfuerzos que realizaba la Revolución en aras de alcanzar niveles médicos avanzados con el fin  de salvar  lo más preciado, una vida.

- ¿Cuán importante es la anestesiología en cualquier intervención quirúrgica, y especialmente en la cardiovascular?

La anestesiología es  la medicina perioperatoria aplicada  durante la intervención quirúrgica, en que su trabajo resulta de vital importancia por la seguridad y  buen desarrollo de la cirugía. Consiste, básicamente, en la evaluación médica continua del estado físico del paciente, su monitorización  y control en general  de sus signos vitales y su medio interno. Proporciona las condiciones de inconsciencia y relajación necesarias para cada tipo de intervención, adaptando las técnicas y los fármacos empleados al estado físico de cada paciente en particular.  Además observa el proceder anestésico-quirúrgico, detecta y trata cualquier complicación que se pueda presentar. El anestesiólogo conoce a la perfección los medicamentos y técnicas más adecuadas para  cada paciente y acorde al tipo de intervención se podrá conseguir un postoperatorio con una analgesia más confortable. 

Para la Anestesiología Cardiovascular, el anestesiólogo requiere  previamente  de  conocimientos  profundos  sobre el  estado funcional del sistema cardiovascular, además del resto de los órganos y sistemas, de manera que  le permita desarrollar habilidades, una adecuada preparación de los diferentes procederes anestésicos y sus riesgos,  capacitándolo  profesionalmente en su totalidad para su desempeño. Para poder llevar a cabo esta labor se necesita de un entrenamiento amplio de un año como mínimo. Su responsabilidad comienza con la visita preoperatoria al paciente y no culmina hasta obtener una recuperación completa de los efectos farmacológicos aplicados acorde a la(s) técnica(s) anestésica(s) empleada(s).

Actualmente, los avances tecnológicos, la monitorización y  el soporte vital de los pacientes, contribuyen a que se tenga mayor seguridad,  con mejores resultados.

- Si pudiera escoger de nuevo su destino profesional ¿elegiría otra especialidad? ¿Por qué?

No, porque siempre me gustó esta especialidad  y si volviera a nacer volvería a ser anestesiólogo cardiovascular, por lo complejo e interesante que es poder trabajar en cualquiera de los procederes  quirúrgicos, principalmente cuando es a corazón abierto y que va  más allá que sedar, dormir, aplicar diferentes procederes anestésicos o de lo mucho que expliqué en la pregunta anterior, su esencia es dar garantía y calidad de vida ante cualquier circunstancia, así  como el seguimiento, control y monitoreo integral que estos pacientes requieren.

-  Cualquier otro asunto

-Considero que esta entrevista me facilita más que resaltar algún mérito personal,  hacer  un llamado a las nuevas generaciones de médicos a que opten por esta especialidad de extraordinaria necesidad y donde el desarrollo profesional tiene un campo muy abarcador tanto en el tratamiento al paciente con criterio quirúrgico, así como en aquellos que indiscutiblemente requieren de procederes que alivien el dolor como consecuencia de diversas manifestaciones clínicas y por eso se está utilizando  la terminología  actual de  medicina perioperatoria.

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